Alude a la belleza del tiempo inscrita en la materia. Expresa la dignidad del desgaste, la nobleza de lo imperfecto y el valor estético de aquello que ha envejecido con gracia.
La nuestra es una casa que abraza el paso del tiempo. Su nombre se inspira en la belleza del desgaste: vigas de roble de demolición y hormigón en bruto que potencian su carácter con al envejecer.
Ubicación: Zapallar, Chile
Año: 2019
Superficie: 350 m²
Estado: Construida
La vivienda se organiza en dos niveles que responden a funciones distintas y se expresan con materiales diferenciados.
En la planta alta, que concentra las áreas sociales, se privilegia el uso de la madera, con espacios amplios y grandes vanos orientados al mar y al atardecer. La relación con el paisaje y la apertura son claves en este nivel, pensado como el espacio principal de uso para los propietarios.
En la planta baja, destinada a las áreas privadas, se opta por una estructura de hormigón visto encofrado con tablas, lo que entrega una mayor sensación de resguardo sin perder calidez.
Las habitaciones se conectan directamente con el jardín, pero mantienen su privacidad mediante una cuidadosa orientación de las visuales.
La fachada incorpora vigas de demolición en roble traídas desde el sur de Chile, utilizadas como elementos constructivos y expresivos, que con el tiempo irán transformando su apariencia bajo la acción del clima y la luz.